El triunfo de la muerte

El triunfo de la muerte

domingo, 30 de noviembre de 2014

Justicia frente a las epidemias

En tiempos de la peste la violencia afloraba entre la comunidad. Había distintos tipos de violencia: violencia contra las prostitutas, violencia legal de las medidas sanitarias, violencia para mantener el orden ejemplificada con el levantamiento de las horcas etc.

Entre los castigos infligidos por quebrantar las leyes podemos destacar: azotes, destierros, multas, galeras e incluso en las infracciones más severas la pena capital.

Las infracciones que se van a producir en estos momentos van desde burlar los periodos de cuarentenas a falsificar cédulas sanitarias. Relacionado con esto vamos a observar una gran cantidad de sobornos a sanitarios para que hagan la vista gorda en determinados aspectos.

Los delitos más corrientes eran los producidos contra la propiedad, en su mayoría soldadesca entremezclada con gente de mala reputación, estos no dudaban en saquear viviendas de personas ausentadas o muertas. Estas acciones desde la perspectiva sanitaria eran un grave contratiempo puesto que suponía que los objetos que habían estado en contacto con los enfermos circularan por la ciudad sin ningún tipo de control.

Los enterradores tenían muy mala reputación y eran acusados de arrojar a fosas enfermos que todavía seguían vivos o robar a los muertos.

La mayor parte de la población ocultaba a sus enfermos para evitar la ruina, puesto que la enfermedad suponía una serie de gastos a los que pocos podían hacer frente.

En el imaginario colectivo se tenía la impresión de que la peste podía fabricarse artificalmente, existe una creencia de la brujería. Podriamos decir que existía una verdadera obsesión por el complot, existía una verdadera creencia en los llamados "envenenadores".


Con la peste de Barcelona de 1589 llegó un personaje de origen francés llamado Bernat Rigaldía. Al comienzo este era visto con buenos ojos y cada vez estaba más solicitado para los trabajos de desinfección de enfermos, sin embargo con el paso del tiempo sería acusado de sanar exclusivamente a quienes podían permitirse sus servicios y se fue convirtiendo en un personaje cada vez más molesto incluso para las propias autoridades de la ciudad. Algunas voces al final de todo este proceso le señalaban como un brujo por toda esa atmosfera de misterio que le perseguía. Finalmente este fue acusado de responsable de la existencia de la peste en la ciudad y capturado junto a sus colaboradores, tiempo después fue asesinado y su cuerpo mostrado ante distintos edificios de la ciudad como gesto simbólico de reparación por todo el daño causado durante su estancia.

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