1. La
Viruela:
Esta enfermedad al llegaría al continente americano a finales de 1493 con la
segunda flota de Colón. Cabe destacar que
la población aborigen había sufrido un
considerable descenso durante los primeros compases del siglo XVI y por tanto estaba en un elevado peligro de extinción antes de la primera gran epidemias virulenta en el Nuevo Mundo que se
iniciará en el año 1518. Esta
primer gran epidemia supondrá un
cambio sin precedentes en la
historia en las islas del Caribe así como en tierra firme. Este trágico
suceso, permanecerá latente en la memoria de los supervivientes tanto indígenas como de
los europeos que presenciaron este acontecimiento.
La aportación documental de los
frailes jerónimos Luis de Figueroa y Alonso de Santo Domingo muestran la
gran devastación humana que se estaba
produciendo. Estos frailes escriben a Carlos V para
informarle de los sucesos puesto que
casi una tercera parte de los indígenas
de la isla La Española habían perdido la vida.
Estos se lamentaban de que si esta epidemia no era frenada
se perdería gran parte de la mano de obra y por tanto sería imposible la futura
extracción de oro de las minas del
Caribe. La escasez de alimentos, la
desnudez de los indígenas, el hábito de dormir en el suelo o el exceso de
trabajo y la falta de atención, serán los
elementos que ayudaron a que este elevado número de muertes de produjera.
Esta epidemia
se extenderá por todas las áreas americanas. En primer lugar podemos destacar la infección
de los aztecas. En el valle central de
México la viruela entró con una
expedición que partía de Cuba en el momento en que
la epidemia fustigaba con mayor
violencia en las Grandes Antillas. Será a principios de 1520 cuando se documenta el inicio de la
enfermedad en esta área. Su devastación será
feroz en un área donde la población estaba
muy desprotegida. Menciona
el biógrafo de Hernán
Cortés que esta enfermedad será tan importante en la ciudad de México que sería preciso
derrumbar las casas para
cubrir los cadáveres. Esta enfermedad
será nombrada por los aztecas como buatl que
significaría, “la gran lepra”. Tanto fue su
importancia en la cultura azteca que se tomó esta enfermedad para
marcar el final de la vieja era y el
inicio de la nueva era.
Por otro lado también los
mayas serán contagiados. Esta enfermedad
entrará en la península de Yucatán en una fecha similar que en el golfo
de México. La viruela en el momento que
se establece como brote endémico tiene un carácter expansivo muy
veloz ya que se transite por aerosoles además del por el contacto directo con el virus. Además cabe destacar que cuando se produce el
contagio dada su devastación que afecta a toda la
sociedad no hay nadie que se ocupe de cuidar y de alimentar a los enfermos que están en proceso de recuperación.
La
viruela también afecto a la población inca
que se encontaba en la cordillera andina. Al igual que su homólogo azteca,
el rey inca Huayna Cápac, sucubio ante la infección extranjera. Esta enfermedad seguirá extendiéndose a las zonas del sur como es el caso de
Guatemala, Nicaragua llegando a
Cartagena o al istmo de Panamá. Cabe destacar que esta última zona debido
al calor, las lluvias torrenciales, la costa pantanosa, los ríos fétidos y las
plagas de mosquitos, será un lugar altamente infeccioso convirtiéndose en un
foco endémico.
2. El
sarampión
En
la década de 1530 se inicia la epidemia de sarampión en el
Nuevo Mundo. El origen de
esta epidemia se considera
que a bordo de una flota habría
algunos jóvenes que nunca habrían padecido
esta enfermedad y por tanto no tenían la
inmunidad que de por vida presenta la población al pasar esta
enfermedad. Se documenta que el lugar de origen de la
expansión de esta epidemia sería la ciudad de Sevilla. Esta enfermedad al entrar en contacto con la débil y vulnerable población indígena americana
provocará una extraordinaria devastación. De la misma manera que la viruela, el sarampión se introducirá en el continente
americano por la las islas del Caribe.
Se expandirá por la costa oeste
de México desde Nayarit hasta Sinaloa. A través de los contactos
entre México, Guatemala,
Nicaragua y Panamá favorecerá enormemente que el
contagio llegue a zonas del sur. Esta enfermedad era tan devastadora que muchas veces se frenaba por la muerte de todas las victimas
susceptibles de ser
contagiadas. Tanto la viruela como las siguientes epidemias exportadas del Viejo Mundo asolaban
a una población indígena que nunca habían tenido estas enfermedades. Las enfermedades
son de mayor calado en la población que nunca
había sufrido esta enfermedad al contrario que pasa en los lugares donde la gente ya se había expuesto a los
efectos de tales enfermedades.
3. El
tifus
El
tifus arrasará igualmente muchas de las regiones
americanas durante la década de 1630. Cabe destacar
de una manera especial las sierras guatemaltecas y la región andina norte y central. El fraile dominico Antonio de Molina es uno
de los autores que mejor describe
los acontecimientos por ser testigo directo del desastre endémico que asolo Guatemala entre 1631-1632. Este describía que en dicha fecha había una peste
muy grande en la cual murió muchísima gente.
Según este la epidemia tendrá un origen en las principales ciudades y
que desde estos lugares se extenderá a
las provincias y a las zonas rurales. En
la capital el día 27 de abril de
1632 el consejo de la ciudad requerirá
a las autoridades religiosas que
celebren una procesión que pusiera fin
a la epidemia. Por otro
lado también hay documentación que
afirman que esta enfermedad también devasto poblaciones colombianas. Esta al igual que en el caso de
Guatemala, la epidemia comenzó en la ciudad de Santa Fe de Bogotá. Esta enfermedad
se extendió por las tierras altas en parte debido a las condiciones climatológicas
con temperaturas más bajas. Es preciso
tener en cuenta que en las zonas tropicales más húmedas la ropa es más ligera
sumado a las frecuentes
precipitaciones disminuyen los
piojos corporales y por tanto las
posibilidades de contagio. También el
tifus llegara a Ecuador a la ciudad de Quito en 1639.
4. La
fiebre amarilla
La
fiebre amarilla en un principio se asoció al comercio de esclavos en la costa de África. Se considera que existía en condición endémica en los primates de las
junglas y en las selvas africanas. La población africana era tolerante a este virus y por tanto se trataba de una enfermedad endémica en este
continente. Esta enfermedad llegará a América
de la mano de los individuos
contagiados. Se propaga a través del
mosquito hembra Aedes aegypti. Este mosquito solamente pica cuando la
temperatura está por encima de los 17º centígrados. De esta manera en los climas templados la fiebre
amarilla es un problema solo
durante los meses calidos. Los síntomas de
esta enfermedad son enfermedad respiratoria, letargo, fiebre, pulso deficitario y en ocasiones vómitos de sangre
primero de un color claro y
después más oscuros. Dichos vómitos
llegan a ser casi negros de ahí
que a veces la enfermedad se
etiqueta vomito negro.
Finalmente la victima presenta
ictericia, un síntoma que
distingue a la fiebre amarilla de otras fiebres y que además le da el nombre.
En el Nuevo Mundo la fiebre amarilla data de
septiembre de 1647. El foco
original son las islas Barbados donde existía
una gran actividad del comercio de
esclavos. Dado su
origen esta enfermedad también es conocida como el mal de las Barbados. Por otro lado la fiebre amarilla también afectó a la isla de San Martin en 1648. Igualmente aparecerá en San Juan
y la Habana llegando a
Florida a bordo de un barco que salió de La Habana. Además
la fiebre amarilla de la
década de 1640 tendrá un
carácter más peninsular puesto que
tocara la costa de México y la península
de Yucatán. En definitiva tendrá un carácter
más limitado pero no por ello será menos importante.
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